Igual que el de Rubén Darío, mi mundo también es azul.
Allí se llega en barco. No necesitas anclas.
Es azul como el cielo. Como las nubes en invierno. Como el mar y como los vestidos de tul.
Me gusta que mi mundo sea una playa, porque puedo jugar con la arena. Me gusta que tenga el mar azul, con sus olas azules y su espuma azul. Me gusta bañarme y sentirme arropada por el agua, huidiza.
Me gusta sentir pequeñas gotas en mi piel y notar como mi cerebro, mis pensamientos y mis preocupaciones vuelan con las gaviotas.
Me gusta dormir en mi cama con dosel. Abrazar aquel peluche de la infancia. Cerrar los ojos y sentirme feliz. Simple. Aislarme en mi mundo y soñar que allí vivo.
No me gusta que me digan no existe. Que no puedas verlo no significa que no esté ahí. Pórtate bien, y algún día te llevaré conmigo...

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