miércoles, 15 de octubre de 2014

FA

Alfil Blanco, tenía que decir que jaque mate. Desde que te conocí has conseguido que todo en lo que creía suene ahora como una ilusión vana de la que hacer autocrítica. Me has convertido en un ser desdibujado, despellejado y descuartizado para colgarme como un trofeo barato en una pared mediocre de una casa que ni siquiera habitas. Has hecho que me dé cuenta de que, por mucho que me lo repita, hoy tampoco va a ser EL día.
Y por todo ello tengo que darte las gracias... Por hacerme despertar y evitar que siga dándome cabezados contra una pared creyendo que hay algo al otro lado, o alguien esperando. Gracias por helarme el alma y oscurecerme la mirada.
Sin embargo, aún hay muchas cosas que me gustaría decirte... Me gustaría ponerte en fila, en tu tablero, y gritarte todo lo que pude sentir en su día, querría ir sorbiéndote la ilusión poco a poco... preguntarte por qué no podías abandonar el juego dos segundos y mirarme a los ojos... Por qué no valía la pena explorarme...
Querría hacer tantas cosas que prefiero quedarme aquí sentada, mirando hacia lo que ahora sé que es la nada y esperando a que sea otro quien siga escribiendo, yo no pude seguir mas y FIB...FIB...fibrilé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario