domingo, 25 de diciembre de 2011

Fantasma de Ciencia e Innovación

Quise dar la oportunidad, ser pacífica y tener paciencia. No hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan a ti, de modo que opté por esperar al menos un tiempo para opinar sobre el nuevo gobierno.
Sin embargo, no pude callarme ante esta aberración, con todas las palabras.
Les cuentan en la televisión las copas del mundo que ganamos en fútbol, las medallas de oro de las olimpiadas, las copas Davis y las poles, pero no cuentan que también estamos en el podio de la investigación.
Hablo porque sé, porque tenemos eminencias de referencia nacional y mundial, somos pioneros y cabeza de numerosas investigaciones. Reconocidos en premios y valorados. Tenemos un nombre y un prestigio. Todo olvidado.
Todo enterrado en nuestra crisis económica, la primera cabeza que han cortado (la segunda educación, y la tercera será sanidad). Estoy completamente de acuerdo en la reducción de ministros, en apretarse el cinturón pero no pienso tolerar que se eche por tierra una de las mejores cosas que tenemos, porque es prestigio y porque es futuro.
A la par que recortan en investigación, podrían recortar en mantener a la Iglesia y sus colegios privados (privado mantenido por el gobierno, habrase visto), en consejeros y secretarios, en trajes, chóferes y sueldos que superan en ceros a los dedos de mi mano (y no precisamente ceros a la izquierda).
Por favor, quiero darles una oportunidad, pero me resulta muy difícil si lo primero que recortan es en aquello que nos da conocimiento y oportunidades, no queremos volver al pasado, queremos ser referencia, sentirnos orgullosos, evitar la fuga de cerebros y sobre todo, queremos un estado de bienestar.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Espejismo

Porque así fue como apareciste, como algo que no podía ser real.
Fuiste un oasis en medio de un desierto en el que sin saberlo me hallaba, fuiste como una luz en el medio de la oscuridad que ante mi pasividad reinaba. Y de pronto eras de verdad, podía tocarte, podía verte, podía hablarte y no estar loca. Todo había cambiado, en tan poco tiempo...
Eres quien me deja sin palabras, a mí, que tengo la respuesta preparada de antemano. Me dejas sin aire y haces que te huela en cada rincón que piso, aunque no estés.
Me despiertas aunque te encuentres ausente, aunque duerma en una cama vacía, aunque estés lejos, muy lejos.
Podría escribir millones de palabras sobre cómo miran tus ojos, miles de frases acerca de un abrazo, cientos de párrafos y decenas de libros sobre nosotros. Qué digo sobre nosotros. Sobre ti, que te has convertido en el protagonista de todas mis historias, y de mis sueños.
Ahora eres el narrador de mi vida, el compañero de viaje, la mano junto a la que camino. La musa de mis letras.
Ahora lo eres TODO.