En estas fechas tan señaladas uno se acuerda de la gente que quiere, pero también se acuerda de los errores que ha podido cometer en este año.
Por eso, quiero empezar pidiendo perdón. A todas esas personas a las que he podido dañar inconscientemente. Perdón a los que herí aún a sabiendas. Permitidme el lujo de escudarme en mi condición humana, yo me equivoco al igual que todos vosotros por ello espero que sepáis perdonar mis actos. Perdón por las veces que tropezasteis y no estuve ahí para sujertaros, perdón por si alguna vez llorasteis y no estuve con un pañuelo para secar vuestras lágrimas, perdón por no haber sabido escuchar si en algún momento lo necesitasteis.
Perdón por haberos decepcionado como persona, perdón por cada uno de los momentos en los que os habeis sentido mal por mi culpa. Aunque no comparta, o no entienda, vuestros motivos, soy capaz de comprender que una disculpa a tiempo puede ahorrar muchas malas experiencias.
A los que prefiero no nombrar, y que no se merecen un perdón, ni siquiera una palabra de desprecio, tan sólo dedicarles este punto y aparte.
Y ahora viene lo bueno.
Gracias a todos los que habéis contribuído a hacer de este 2010 un año inolvidable. He crecido. Me he hecho adulta. He terminado el instituto, con todos sus agobios y todos sus exámenes, y me he graduado al lado de mis compañeros, esas personas tan maravillosas. Soy un poquito mejor bailarina (examen superado!) gracias a Pilar, a Raquel y a todas mis compis (Fanny, Almu, Blanca, Roci, Leti, Disney!) He pasado un verano inolvidable. He disfrutado de la magia del escenario gracias a esas dos óperas, con esa gente tan...tan...peculiar. Empecé en la facultad, la carrera que perseguí durante dos duros años.Te he conocido a ti. Tengo dos padres geniales y una familia aún mejor. No tengo de que quejarme. Por eso pido que el 2011 sea igual que éste. Y que la suerte os sonría a todos los que hacéis mi vida tan especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario