En estas fechas tan señaladas uno se acuerda de la gente que quiere, pero también se acuerda de los errores que ha podido cometer en este año.
Por eso, quiero empezar pidiendo perdón. A todas esas personas a las que he podido dañar inconscientemente. Perdón a los que herí aún a sabiendas. Permitidme el lujo de escudarme en mi condición humana, yo me equivoco al igual que todos vosotros por ello espero que sepáis perdonar mis actos. Perdón por las veces que tropezasteis y no estuve ahí para sujertaros, perdón por si alguna vez llorasteis y no estuve con un pañuelo para secar vuestras lágrimas, perdón por no haber sabido escuchar si en algún momento lo necesitasteis.
Perdón por haberos decepcionado como persona, perdón por cada uno de los momentos en los que os habeis sentido mal por mi culpa. Aunque no comparta, o no entienda, vuestros motivos, soy capaz de comprender que una disculpa a tiempo puede ahorrar muchas malas experiencias.
A los que prefiero no nombrar, y que no se merecen un perdón, ni siquiera una palabra de desprecio, tan sólo dedicarles este punto y aparte.
Y ahora viene lo bueno.
Gracias a todos los que habéis contribuído a hacer de este 2010 un año inolvidable. He crecido. Me he hecho adulta. He terminado el instituto, con todos sus agobios y todos sus exámenes, y me he graduado al lado de mis compañeros, esas personas tan maravillosas. Soy un poquito mejor bailarina (examen superado!) gracias a Pilar, a Raquel y a todas mis compis (Fanny, Almu, Blanca, Roci, Leti, Disney!) He pasado un verano inolvidable. He disfrutado de la magia del escenario gracias a esas dos óperas, con esa gente tan...tan...peculiar. Empecé en la facultad, la carrera que perseguí durante dos duros años.Te he conocido a ti. Tengo dos padres geniales y una familia aún mejor. No tengo de que quejarme. Por eso pido que el 2011 sea igual que éste. Y que la suerte os sonría a todos los que hacéis mi vida tan especial.
jueves, 30 de diciembre de 2010
miércoles, 15 de diciembre de 2010
Aclaración
Alguien me ha dicho que ciertas personas se han dado por aludidas con mi última entrada.
En fin, hay que explicarlo todo.
Escribir es para mí algo sagrado que no me gusta "manchar" con vanalidades.
"Me encanta hacer feliz a la gente" no es más que una secuela propia de la última versión de Alicia en el País de las Maravillas: reina blanca escribe a reina roja haciéndole ver que no es más que la hermana envidiosa, que por mucho trono que tenga, éste no le será nunca correspondido.
FIN
PD: no volveré a explicar ninguna metáfora que utilice, el que no la entienda, que se joda
En fin, hay que explicarlo todo.
Escribir es para mí algo sagrado que no me gusta "manchar" con vanalidades.
"Me encanta hacer feliz a la gente" no es más que una secuela propia de la última versión de Alicia en el País de las Maravillas: reina blanca escribe a reina roja haciéndole ver que no es más que la hermana envidiosa, que por mucho trono que tenga, éste no le será nunca correspondido.
FIN
PD: no volveré a explicar ninguna metáfora que utilice, el que no la entienda, que se joda
domingo, 12 de diciembre de 2010
Me encanta hacer feliz a la gente
Sobre todo a ese tipo de gente que disfruta con hablar de mi persona. Lo siento, pero esa es la verdadera realidad.
Aún en tu mundo de diva roída sueñas con ser, aunque sólo sea por un día, tan mediocre, y tan feliz, como lo soy yo. Aún en tus noches de reina de esquina suspiras por los abrazos que siente mi cuerpo. Aún en tu trono de espinas pretendes escudarte gritando lo mala que es mi vida y lo puta que soy yo.
Reconócelo, tu realidad te ahoga, tus mañanas se han vuelto rutina, tus impulsos obedecen a mis movimientos, tan sólo eres feliz intentando disfrazar a mi persona.
Déjalo, nadie te cree. Pero puedes seguir a tu rollo, no me importa, todo lo contrario, me encanta hacer feliz a gente como tú.
Aún en tu mundo de diva roída sueñas con ser, aunque sólo sea por un día, tan mediocre, y tan feliz, como lo soy yo. Aún en tus noches de reina de esquina suspiras por los abrazos que siente mi cuerpo. Aún en tu trono de espinas pretendes escudarte gritando lo mala que es mi vida y lo puta que soy yo.
Reconócelo, tu realidad te ahoga, tus mañanas se han vuelto rutina, tus impulsos obedecen a mis movimientos, tan sólo eres feliz intentando disfrazar a mi persona.
Déjalo, nadie te cree. Pero puedes seguir a tu rollo, no me importa, todo lo contrario, me encanta hacer feliz a gente como tú.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
CONTROCABRONES
Porque no me sale otra palabra para definirles señores míos.
Han secuestrado a un país en el único respiro que nos conceden nuestras rutinas. Ustedes se quedaban sin puente, cierto, pero tienen otras muchas facilidades.
No pueden quejarse de su sueldo sino que deberían dar botes de alegría, tienen unas jornadas de trabajo que ni mucho menos se ajustan al término de "estresante" que tanto les gusta. Comodidades señores, viven ustedes en un mundo de comodidades.
Sin embargo, no están contentos. Como el rey Midas. Pero en esta ocasión no se ha presentado ningún genio a ofrecerles una paga extra o mayor nivel de mafia. Por ello han decidido sembrar el caos.
Muchos estudiantes no han podido visitar a sus padres.
Muchas madres no han podido conocer a sus nietos.
Muchas familias han perdido los ahorros para las vacaciones que tantas horas extra les habían costado.
Otros tuvieron que llorar a sus muertos en el aeropuerto.
Y muchos casos más, ninguno igual a otro.
¡Pero que importa!
Se creen ustedes dioses, como si el mundo girase a su alrededor.
TRABAJEN COÑO! Sáquense unas oposiciones, como todos los trabajadores del Estado, ay no, claro, se me olvidaba la política del "enchufismo" que siguen en su gremio.
Suden cada céntimo y cada euro que ganen. Colaboren a crear un Estado de BIENESTAR y dejen de sembrar el caos porque, citando las palabras del Sr. Ministro Rubalcaba: "quien echa un pulso al gobierno, pierde". Porque ningún otro sector reta así la estabilidad de un país, ¿qué pasaría si los panaderos se estresan y no hay pan? ¿qué pasaría si los médicos se sienten oprimidos y dejar de operar? ¿qué pasaría si a los policías les entra embarazo psicológico y a ustedes les atracan?
No quieran ser ahora la víctima de este teatro que han montado. Apechuguen ahora con las consecuencias de sus caprichos y, sobre todo, tómense una taza de HUMILDAD que les hace falta, porque para tener la cabeza alta después de la que han montado, hay que tener cojones.
Han secuestrado a un país en el único respiro que nos conceden nuestras rutinas. Ustedes se quedaban sin puente, cierto, pero tienen otras muchas facilidades.
No pueden quejarse de su sueldo sino que deberían dar botes de alegría, tienen unas jornadas de trabajo que ni mucho menos se ajustan al término de "estresante" que tanto les gusta. Comodidades señores, viven ustedes en un mundo de comodidades.
Sin embargo, no están contentos. Como el rey Midas. Pero en esta ocasión no se ha presentado ningún genio a ofrecerles una paga extra o mayor nivel de mafia. Por ello han decidido sembrar el caos.
Muchos estudiantes no han podido visitar a sus padres.
Muchas madres no han podido conocer a sus nietos.
Muchas familias han perdido los ahorros para las vacaciones que tantas horas extra les habían costado.
Otros tuvieron que llorar a sus muertos en el aeropuerto.
Y muchos casos más, ninguno igual a otro.
¡Pero que importa!
Se creen ustedes dioses, como si el mundo girase a su alrededor.
TRABAJEN COÑO! Sáquense unas oposiciones, como todos los trabajadores del Estado, ay no, claro, se me olvidaba la política del "enchufismo" que siguen en su gremio.
Suden cada céntimo y cada euro que ganen. Colaboren a crear un Estado de BIENESTAR y dejen de sembrar el caos porque, citando las palabras del Sr. Ministro Rubalcaba: "quien echa un pulso al gobierno, pierde". Porque ningún otro sector reta así la estabilidad de un país, ¿qué pasaría si los panaderos se estresan y no hay pan? ¿qué pasaría si los médicos se sienten oprimidos y dejar de operar? ¿qué pasaría si a los policías les entra embarazo psicológico y a ustedes les atracan?
No quieran ser ahora la víctima de este teatro que han montado. Apechuguen ahora con las consecuencias de sus caprichos y, sobre todo, tómense una taza de HUMILDAD que les hace falta, porque para tener la cabeza alta después de la que han montado, hay que tener cojones.
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