viernes, 3 de septiembre de 2010

Encantado de conocerle

"Me paso el día entero diciendo que estoy encantado de haberlas conocido a personas que me importan un comino. Pero supongo que si uno quiere seguir viviendo, tiene que decir tonterías de esas".

Porque la gente que realmente importa se cuenta con los dedos de las manos. Vivimos en una partida y respetamos las reglas. Salimos a la calle por la mañana y saludamos codialmente al vecino del cuarto. Nos entretenemos en la esquina a comentar con el conocido de turno los últimos cotilleos del barrio. Mantenemos las típicas charlas de ascensor fingiendo que en realidad las nubes o el sol son el elemento principal en nuestras vidas.
 Pero a la hora de acostarnos nos preguntamos a nosotros mismos: ¿qué he hecho hoy?  Y sientes que tu vida es una partida sin sentido,  que nos encontramos en un tablero circular, sin principio ni final, en el que nuestro destino depende de los dados.
No te creas. Sin darte cuenta en ese mismo día has sonreído al ver a un niño jugar. Has sido afortunado y has encontrado una moneda de un céntimo. Un chico te ha guiñado un ojo. Has mirado al cielo y te has reído, sin saber por qué, ni de qué.
Encantado de conocerle dije... no me importa jugar este rol. No me importa porque sé que en ciertas ocasiones sí tienes la suerte de conocer gente que vale la pena, gente que encuentras por casualidad, porque la vida así lo quiere.

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