domingo, 26 de septiembre de 2010

No hay nada más bello que un campo de margaritas

No hay nada más bello que un campo de margaritas...y no existe nada tan peligroso. Porque una vez que lo pisas mueres por sentir ese cosquilleo de la hierba en los pies, matas por sentir el perfume de las flores y vives sólo para despertar cada día en ese campo... y si algún día desaparece...sólo te queda joderte, procura no pensar en ello y serás feliz.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Miedo, pavor, silencio

" Sólo siento asco y miedo", que también es salida, "y, ¿de qué tienes miedo, cariño?", "no lo sé, eso es lo malo".

Hemos de darnos cuenta de lo que significa en realidad el miedo. El miedo es un sentimiento enmascarado que nunca revela su verdadera naturaleza. Siempre presente, acechante, lanzando miradas punzantes que se clavan en tu interior, sin saber muy bien dónde. Se introduce en tu mente, en tus órganos, descubre tus pensamientos más escondidos y los manipula a su antojo. Te crea duda, incertidumbre, hace que vaciles en tus decisiones, que titubees ante las bifurcaciones de tu camino. Te anula y te maneja, cual marioneta en un teatro de títeres.
He cortado las cuerdas que me amarraban al miedo. He decidido. Probablemente me he equivocado, y lo más seguro es que lo siga haciendo, pero ha sido mi propia decisión, mi impulso. No dejaré que el miedo sea el protagonista de mi obra, y mucho menos el director. He despertado. He abierto los ojos. Me he lanzado al abismo.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Encantado de conocerle

"Me paso el día entero diciendo que estoy encantado de haberlas conocido a personas que me importan un comino. Pero supongo que si uno quiere seguir viviendo, tiene que decir tonterías de esas".

Porque la gente que realmente importa se cuenta con los dedos de las manos. Vivimos en una partida y respetamos las reglas. Salimos a la calle por la mañana y saludamos codialmente al vecino del cuarto. Nos entretenemos en la esquina a comentar con el conocido de turno los últimos cotilleos del barrio. Mantenemos las típicas charlas de ascensor fingiendo que en realidad las nubes o el sol son el elemento principal en nuestras vidas.
 Pero a la hora de acostarnos nos preguntamos a nosotros mismos: ¿qué he hecho hoy?  Y sientes que tu vida es una partida sin sentido,  que nos encontramos en un tablero circular, sin principio ni final, en el que nuestro destino depende de los dados.
No te creas. Sin darte cuenta en ese mismo día has sonreído al ver a un niño jugar. Has sido afortunado y has encontrado una moneda de un céntimo. Un chico te ha guiñado un ojo. Has mirado al cielo y te has reído, sin saber por qué, ni de qué.
Encantado de conocerle dije... no me importa jugar este rol. No me importa porque sé que en ciertas ocasiones sí tienes la suerte de conocer gente que vale la pena, gente que encuentras por casualidad, porque la vida así lo quiere.